Muchos científicos en todo el mundo, entre ellos mi amigo Carlos Briones, investigador del Centro de Astrobiología (CSIC-INTA) están “buscando a LUCA“.
LUCA, conocido por sus siglas en inglés “Last Universal Common Ancestor” es el “Último Ancestro Común Universal” de todos los seres vivos. Nos preguntamos cuándo vivió, cómo era, si se desarrolló en ambientes fríos o cálidos y si extraía su energía de las rocas, de la luz solar o de compuestos orgánicos.
Una tarde conversando con Carlos sobre estos temas le hice una pregunta que, quizá la comunidad científica entre tantas incógnitas, no se había planteado.
“Si LUCA tuviese un color, ¿de qué color sería?”
“¡Vaya, nos lo habíamos planteado! no lo sabemos, aunque lo más probable es que no fuera verde pues no existía la clorofila al no existir aún la fotosíntesis”

Es curioso, cuando uno reflexiona sobre la vida el color verde suele teñir esa reflexión y, sin embargo, es un color relativamente nuevo en nuestro planeta. Ahora, en el momento en que vivimos, la vida es de infinidad de colores, muchos más de los que el ojo humano puede apreciar.

Islandia, es de colores.
Cuando pensaba en Islandia como destino del proyecto me imaginaba un país muy yermo, de tundras monocromáticas y espacios helados en donde el blanco y el gris predomina. Al documentarme en búsqueda de posibles localizaciones poco a poco me iba sorprendiendo. Su diversidad cromática, al menos en la época en la que fuimos, es casi insultante, tanto a nivel mineral como vegetal. Fotografiar todos los matices de esos colores es otra historia, muy difícil de conseguir debido a la continua luz cambiante. Sus paisajes requieren una paciente espera, que sin duda dejarán un excelente recuerdo en la retina y en la memoria de cualquiera que haya tenido oportunidad de contemplarlos.
Veamos en las siguientes fotografías algunos de esos ejemplos.


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Lo que se ve sujetando el espejo.
La laguna glaciar de Jökulsárlón, vista en el artículo anterior, al atardecer. En los pocos segundos que las nubes nos dejaron ver el sol, éste nos mostró la belleza mineral de la montaña. ” width=”1024″ height=”714″ />
La laguna glaciar de Jökulsárlón, vista en el artículo anterior, al atardecer. En los pocos segundos que las nubes nos dejaron ver el sol, éste nos mostró la belleza mineral de la montaña.

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A lo largo de estas seis semanas hemos intentado mostrar una pequeña parte de nuestra aventura en la etapa Islandesa del proyecto Vida, origen y Multiverso (VOM), que comenzó hace ya tres años en el desierto de Atacama en Chile.
No podemos trasmitir con las palabras, ni tampoco con las imágenes, todas las vivencias de un proyecto de este tipo, sin duda mucho mayores de lo que cualquier aparato electrónico con muchos megapíxeles pueda trasmitir, pero lo hemos intentado y seguiremos intentándolo hasta que demos por concluido el proyecto, aún sin fecha definitiva.
Existen en el planeta muchos otros lugares en los cuales merezca la pena ir y colocar un espejo, como metáfora de nuestra búsqueda del origen de la vida. Quizá nos espere alguna playa de Australia llena de estromatolitos, el Lago Mono en California, alguna surgencia hidrotermal en el fondo del mar, el volcán Erta Ale en Etiopía, algún volcán activo de Hawai, el parque Nacional de Yellowstone y su gran fuente prismática o ¿quizá deberíamos ir a poner un espejo en la luna?
Así en la tierra como en luna.
¡Pues en la luna se nos han adelantado!
En la Luna hay cinco espejos que fueron colocados por las misiones espaciales. Las misiones Americanas colocaron tres, Apollo 11 (1969), 14 (1971) y 15 (1971) y los Soviéticos dos, en las expediciones Luna 17 (1971) y Luna 21 (1973).
Cuando estos espejos reciben un rayo de luz (láser) lo devuelven en la misma dirección en la que llegó. Con ellos se ha logrado medir la distancia de la Tierra a la Luna con una precisión cercana al milímetro. Han descubierto que cada año la Luna se aleja 3,8 cm de nuestro planeta.
Nos vemos en la obligación de terminar con estos artículos no en la tierra, sino en la luna, como metáfora también de un sueño cumplido hace tiempo por el hombre como fue la conquista del espacio.


Terminamos aquí, en la luna, donde comienzan muchos sueños. Puedes seguir informado del desarrollo del proyecto en facebook y en nuestro blog.
Muchas gracias por estar ahí y acompañarnos en esta aventura.
©Fernando Marcos y Cristina Moreno de Acevedo, excepto ©NASA
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